Tu página web. Renovarse o morir
La página web de nuestro negocio es mucho más que un lugar donde volcar algo de información sobre nuestro trabajo.
Para los posibles clientes es la primera toma de contacto con nosotros y si lo primero que ven es una web anticuada y desactualizada, la primera impresión que se formarán no será muy positiva.
En el artículo de hoy te contamos la importancia de renovar periódicamente tu página web.
Aunque esté muy trillado, la primera impresión cuenta y mucho
Has oído hablar de una empresa, la buscas en internet y se abre ante ti una web del Paleolítico. No se te caen los ojos de la cara porque los tienes pegados, pero casi.
Lo más seguro es que, tras ver la web, la primera impresión que tengas de esa empresa no sea muy buena.
Y puede que sean los mejores en su sector, pero en tu mente solo puedes ver una web obsoleta y poco cuidada y por extensión piensas que la empresa y sus productos o servicios serán igual.
Hay que tener en cuenta que una página web se crea para informar de la actividad de la empresa, pero su función no termina ahí.
Si tienes una web piensa que es un reflejo de los valores que quieres transmitir y de la manera que tienes de realizar tu trabajo.
Por eso es importante que la renueves cada cierto tiempo, puede que ese diseño que estaba tan de moda cuando creaste la página, ahora esté totalmente desfasado.
También es importante el contenido. Visitar una web y ver que la última entrada del blog, por ejemplo, se remonta a la Edad Media nos echará para atrás al grito de «vade retro».
Además, una web que no se «alimenta» de nuevo contenido irá bajando posiciones en los buscadores hasta perderse más allá del muro.
La belleza también está en el interior
Pero no todo es cuestión de belleza exterior. No servirá de nada que nuestra web tenga un diseño que enamora a primera vista si tarda demasiado en cargar.
Si hay algo que los usuarios no están dispuestos a perder es el tiempo, por lo que hay que revisar la carga de la web y si ésta es superior a 4 segundos, tenemos un problema.
Puede que sea cosa de la conexión o de un diseño que genera errores, debemos detectar el problema y solucionarlo o veremos como los usuarios abandonan la web y corren a refugiarse en los brazos de la competencia.
También es imprescindible que el diseño de la web sea responsivo, es decir, que se adapte a diferentes dispositivos.
La tecnología avanza a pasos agigantados y la información ya no sólo se consume desde ordenadores de sobremesa.
Móviles, tablets, portátiles, Ipads… las posibilidades son muchas y nuestra web tiene que estar preparada para lo que le echen, así que repite este mantra con nosotros: diseño responsive, diseño responsive, diseño responsive…
Menos es más
Independientemente de los diseños, el modo en el que está organizada la información en la web es fundamental.
En este punto te recomendamos un «menos es más» o lo que es lo mismo, ponle las cosas fáciles al usuario.
Revisa si el contenido está bien organizado y si a los usuarios les resulta sencillo encontrar lo que buscan.
Pon en tu lista negra a los menús demasiado largos y a los desplegables con categorías infinitas y abónate al «cuantos menos clicks, mejor»
Visitar una web en la que encuentras lo que buscas a la primera y en la que la navegación es fácil se traduce en una maravillosa experiencia de usuario y eso generalmente significa que volverán 😉
¿Tú página web necesita una renovación? Pues cuéntanos cositas, seguro que podemos ayudarte