El branding es el proceso de construcción de una marca y todo lo que eso implica, desde el propio nombre de la misma, hasta los valores que vamos a transmitir a través de ella. En un mundo cada vez más feroz y más competitivo, un buen branding es lo que puede salvarnos del olvido más absoluto frente a otras marcas de la competencia. En el artículo de hoy os contamos en que consiste el branding y la enorme importancia que tiene. Empecemos por el principio: La marca Todos los negocios tienen una marca. Tienen un nombre y unas características que, planificadas o no, forman parte de su esencia. Es decir, cada negocio forma una imagen, y esa imagen y el modo en el que es percibida por los demás es la marca. Sobra decir que no todas las marcas son percibidas de forma positiva, si el trabajo no es bueno o la sensación que transmite el negocio es negativa, los clientes no confiarán en dicha marca y buscarán a la competencia. Ahí es donde entra en juego el branding. Es lo que dará esencia a la marca, un buen trabajo de branding hará que nuestros clientes potenciales nos perciban como realmente deseamos que lo hagan. La importancia del branding El branding es lo que dota de poder a la marca, de ahí su gran importancia. Es lo que establece los valores diferenciadores con respecto al resto de empresas competidoras. Por eso no hay que tomarlo a la ligera y trabajarlo correctamente para conseguir los objetivos deseados. Para este proceso es fundamental hacernos varias preguntas como ¿quiénes somos?, ¿cómo queremos ser percibidos por nuestro público objetivo?, ¿cómo nos ve realmente?, ¿qué queremos conseguir?, ¿dónde queremos llegar?… Las repuestas a estas preguntas marcarán nuestro camino y nuestra estrategia de branding. Elementos fundamentales del branding En ese proceso de construcción de nuestra marca hay una serie de elementos fundamentales: Naming: es lo básico, el nombre de nuestra marca. Es uno de los puntos más importantes en nuestro proyecto de branding, ya que el nombre que elijamos para nuestra marca tiene que expresar quiénes somos, la personalidad de la empresa y sus valores. Identidad corporativa: aquí entra el factor visual, debemos de tener un buen nombre, pero también una buena imagen que vaya acorde con lo que queremos transmitir. Es lo que va a hacer que nos reconozcan y nos diferencien de forma física del resto de la competencia. El diseño, los colores, el logotipo… El posicionamiento: es decir, el lugar que queremos ocupar en la mente de los consumidores. Lealtad de una marca: es lo que todos soñamos, lograr la lealtad y el compromiso de nuestro público. Aquí juega un papel muy importante el factor emocional y lo que como marca, seamos capaces de hacer sentir a los consumidores. Según el tamaño y la complejidad de las compañías, los elementos a trabajar en el campo del branding pueden aumentar, pero cuidar y trabajar a fondo estos factores es fundamental si queremos conseguir nuestros objetivos. Si tienes una empresa y necesitas ayuda para crear tu branding, contacta con nosotros 😉
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